Linda Sönnerbo Buján

Una artista muy individual y en su arte, surgido de la necesidad de una joven de 17 años para sobrevivir en un mundo sin lógica. Varios traslados y mudanzas - tanto de clase y geográficamente - han impulsado los cambios de un lenguaje visual que está en constante movimiento. Largos periodos en Suecia, Francia, Italia y Algeria, con sus contrastes y personajes fuertes son el espectro del medio ambiente que se refleja en su arte. El cambio real entre los mundos ha sido fundamental por sus creaciones y, a pesar de su gran variedad visual de motivos y técnicas, existe una continuidad. La flaqueza de los colores reina para siempre. Los motivos que se adaptan para profundizar en el tema, o sentimiento, fue originalmente sinónimo de pintura al óleo.Pero, la experimentación y la curiosidad, con el tiempo, han exigido mas volumen y los limites se han desplazado en la busqueda de la existencia. Una presencia que crea sus propias leyes,donde la composición de las substancias no se dejan dominar por convención precisa.

Después de un examen de fotógrafo en los años 90 su propia creación se paro por algún tiempo. Después unas desviaciones de orientación en el mundo fotográfico comercial, y su previsible producción, la creatividad adopto un nuevo enfoque, entre la pintura y la fotografía. Las dos fórmulas de arte, la pintura y la fotografía, se unen en un fundamento que exige una razón de ser.

A pesar de estudios para numerosas artistas y escuelas lo que se ve es una artista autodidacta. Un lenguaje figurado muy temprano desarrollado no se ha permitido estar dominado y la educación superior de arte sofocara más bien que desarrollar esta fuerza. El conocimiento de la técnica obtenido tanto en Suecia como en el estranjero siempre se ha esforzado por la perfección. La exigencia de calidad siempre ha sido essencial. La fuente más importante de progreso ha sido su propia experimentación.

Nacida en Suecia. Vivio periodicamente en Francia/Paris, Argelia/Argel, Italia/Roma.Vivira permanente en España/Barcelona a partir de 2011.

Su ambición es que el patetismo reina, que el intelecto funciona de manera intuitiva, tanto en la disciplina como en la seleción de material. Las obras tienen que emocionar y comprometerse al espectador, a distinción de indiferencia.